La lectura sirve para todo y para nada a la vez. Hay quienes consideran leer un acto inútil, contrario al signo de los tiempos porque no aporta valor material, y puede que tampoco conocimiento para quienes tenemos una memoria despistada. Y, sin embargo, para muchas personas la literatura existe porque la vida no es suficiente. Un acto de salvación.
Puede ser un ejercicio intelectual o de entretenimiento. Decantarse por una definición u otra ha tenido históricamente una mirada de género. La ficción, ya sea por el romance o alto porcentaje de imaginación se ha considerado algo más frecuente para las mujeres. La novela se asimiló como el género femenino por excelencia, mientras que ellos denigraban esta forma de literatura a favor de la poesía, el ensayo o el teatro.
Existe una noción ampliamente aceptada que sugiere que la literatura destinada al entretenimiento es menos valiosa y, por ende, femenina. El género de ‘No ficción’, es decir, ensayo, política, histórica, pensamiento y autoayuda gozan de mayor reconocimiento masculino. Y esta concepción todavía existe.
A nuestro favor tenemos la batalla por la infrarrepresentación de la mujer en la literatura, evidenciado en la apertura de librerías especializadas en feminismos y en el esfuerzo constante de las editoriales por rescatar y reivindicar obras de autoras fuera del canon tradicional.
Este mes se cumple un año del lanzamiento de nuestra colección Cozy Mystery, que suma ahora con las novedades del pasado 6 de marzo, más de doce títulos. Ha sido un éxito literario y no podemos estar más felices por su buena acogida, pero no hemos podido evitar detectar un fenómeno peculiar y fascinante: el inconfundible predominio de las mujeres como lectoras voraces y como grandes creadoras de las narrativas de misterio.
Esta característica única distingue al Cozy Mystery de otros géneros de la novela negra, lo que suscita una pregunta importante: ¿Por qué los cozies son predominantemente cosa de mujeres? ¿Es una ventaja o evidencia ciertos prejuicios literarios?
EL LEGADO DE GRANDES AUTORAS
Probablemente la definición más sencilla de qué es el Cozy Mystery consiste en explicar que se trata de un género literario heredero de las novelas de Agatha Christie.
Treinta y tres años después de Conan Doyle, la dama del misterio comenzó a publicar sus novelas, siguiendo la estela de una gran investigación por resolver, pero rompiendo con el esquema de un investigador guiado por su raciocinio y cero emocional. Tanto a Poirot como a Miss Marple les guía su intuición.
Agatha Christie nos legó un nuevo tipo de heroína, una detective aficionada capaz de resolver crímenes fruto del azar y no tras un estudio exhaustivo de las pistas. La gabardina de detective se cambió por una cómoda bata y con ella llegó la paradoja de un crimen acogedor, un asesinato para sentirnos bien, ¡y cómo enganchan!
Estas protagonistas, a pesar de ser amateurs, son valientes, amables e inteligentes. Pasan a la acción por ayudar a un ser querido y no esperan a ser rescatadas; y es ese empoderamiento, calidez y cercanía lo que permite que conecten mejor con las lectoras.
Ya sean ancianas jubiladas o mujeres jóvenes con trabajos encantadores en panaderías, librerías o cafeterías, nos enseñan a no infravalorar una apariencia inofensiva. Una cara dulce e inocente también puede ser sagaz y justiciera.
Aunque llame la atención que el misterio acogedor se escriba en clave femenina, referentes de mujeres fuertes y que rompen estereotipos nunca tendremos suficientes.
Como conclusión nos quedamos con este extraordinario fragmento que Woolf escribió en su ensayo «Las mujeres y la ficción»:
Así pues, cuando una mujer se pone a escribir una novela, encontrará que está deseando todo el tiempo alterar los valores establecidos: hacer serio lo que parece insignificante a un hombre, y trivial lo que es para él importante. Y por hacerlo, por supuesto, será criticada; pues el crítico del sexo opuesto quedará genuinamente desconcertado y sorprendido por un intento de alterar la escala de valores actual, y verá en ello no una mera diferencia de puntos de vista, sino un punto de vista débil, o trivial, o sentimental, porque difiere del suyo.
El Cozy Mystery ha resistido la prueba del tiempo y mantenido su popularidad a lo largo de las décadas, desde la edad de oro de la ficción detectivesca hasta nuestros días. Su influencia se puede sentir no solo en la literatura, sino también en otras formas de entretenimiento, como la televisión y el cine.
Este género se ha transformado en un fenómeno literario que ha trascendido fronteras y ha logrado ganarse un lugar destacado en la biblioteca de millones de lectores en todo el mundo. Lo que alguna vez pudo haber sido menospreciado como cursi o light ha revelado su verdadera fortaleza y profundidad, desafiando las expectativas y consolidándose como un género apreciado gracias al talento de las autoras que han conquistado con maestría esta variante del noir.