Séneca fue uno de los intelectuales más importantes del Imperio Romano. Nació en Córdoba, en el año 4 a.C., en el seno de una familia acomodada de la alta sociedad. Su educación en gramática y retórica y su fama pronto lo llevaron a Roma y le brindaron roles de poder en el senado. El cargo más destacable de su vida política fue, sin duda, su papel como consejero de Nerón durante un mandato complicado, en el que el filósofo encubrió los crímenes del joven emperador y toleró su carácter despótico.
Hacia el año 62, Séneca empieza a perder influencia y decide, finalmente, apartarse de la vida pública para escribir y estudiar filosofía. En el año 65, se vio implicado en la conspiración de Pisón contra Nerón, y Séneca terminó suicidándose por orden del emperador al que había servido como consejero.